2 mar 2013

Gustavo Adolfo Bécquer








Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla 1836 - Madrid 1870). En su adolescencia estudió pintura, pero a los dieciocho años se traslada a Madrid decidido a ser poeta. Su vida estuvo marcada por la enfermedad, los apuros económicos y los fracasos amorosos. Está considerado un poeta posromántico, pues su labor literaria comienza a partir de 1850, cuando el Romanticismo está en decadencia en toda Europa.

Obras en prosa
Aunque es más conocido como poeta, Bécquer también escribió numerosos textos en prosa, algunos de ellos de carácter periodístico. Destacan la Historia de los templos de España, obra en la que intentó describir la historia y las leyendas de todos los templos españoles; Cartas desde mi celda, conjunto de cartas que publicó en El Contemporáneo y Cartas literarias a una mujer, en las que expone su concepción de la poesía. Sin embargo, la obra en prosa más destacada de Bécquer son las Leyendas, una serie de relatos fantásticos en los que el misterio impregna ambientes e historias ambientados, en su mayor parte, en la Edad Media. Algunos títulos son El Monte de las Ánimas, Maese Pérez el organista, El rayo de luna, Los ojos verdes y El Miserere, entre otros.

Obras en verso
Las Rimas son un conjunto de poemas breves en los que el poeta expresa sus sentimientos con un lenguaje sencillo y melódico, alejado del estilo retórico y efectista de los poetas románticos anteriores. Bécquer preparó un manuscrito de las Rimas para el ministro González Bravo, quien se había comprometido a publicarlas, pero ese original desapareció durante los tumultos acaecidos en 1868. Posteriormente, el autor reprodujo los textos de memoria, sin un orden determinado, en un volumen que tituló Libro de los gorriones, bajo el epígrafe “Poesías que recuerdo del libro perdido”.
Tras la muerte del poeta, sus amigos prepararon una edición de las Rimas (1871), en la que los poemas aparecían ordenados en cuatro series según el tema que tratan: 

Rimas I-XI, que corresponden a poemas de reflexión sobre la poesía y su creación. 
Rimas XII-XXIX: su tema es el amor ilusionado y optimista.
Rimas XXX-LI: tratan sobre el desengaño amoroso, la decepción y el fracaso.
Rimas LII- LXXVI: reflexiones sobre el dolor, la angustia,  la soledad y la muerte.

Su pureza y humildad, junto con su engañosa sencillez suponen “La culminación de la poesía del sentimiento y la fantasía”, en palabras de Jorge Guillén. En los poemas de Bécquer se observa una doble inspiración: el alemán Heine y la poesía popular andaluza. En su obra se aúnan lo mejor de lo culto y lo popular.
La teoría poética de Bécquer es muy avanzada, plenamente simbolista: La poesía es la vivencia ante la realidad y el poema es el acto creador que “traduce” esa vivencia. La poesía es, pues, un “himno gigante y extraño”.

 Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarle, y apenas ¡oh hermosa!
si teniendo en mis manos las tuyas
pudiera, al oído, cantártelo a solas.

                                          (G.A. Bécquer, Rimas, I, )